La OMS y UNICEF ayudan a China a luchar contra las causas de un letal cáncer de hígado, consiguiendo un incremento dramático en la provisión de vacunas a sus provincias más remotas

PEKÍN, 25 de julio de 2006 - Desde 2002, se ha vacunado contra la hepatitis B en China a 11,1 millones de niños que viven en las provincias más pobres y aisladas del norte y del oeste del país. En un comunicado conjunto del Gobierno chino y la Alianza GAVI también se destaca que estas vacunaciones reducen el riesgo de que los niños contraigan un virus que causa un tipo de cáncer de hígado letal y bastante común.

Después de un acto celebrado en Pekín para elogiar los enormes avances chinos en este campo, GAVI y las autoridades sanitarias chinas dijeron a los periodistas allí presentes que este fuerte incremento de las vacunaciones constituye un aumento del 60% en el número de inoculaciones contra la hepatitis B en niños de las provincias- objetivo. Entre los beneficiados por estos programas de vacunación se incluye a los recién nacidos, que reciben una dosis de la vacuna al nacer y dos dosis de recuerdo más cuando cumplen uno y seis meses, así como a los niños menores de cinco años que nunca habían recibido la vacuna. A estos últimos también se les inocula una serie completa de tres dosis de la vacuna.

"Nuestra meta es proteger del virus a todos los bebés desde su nacimiento", dijo el ministro de Sanidad chino Gao Qiang. "El Proyecto China-GAVI de Vacunación contra la Hepatitis B nos ha ayudado a progresar por este camino, ya que, desde que comenzó en 2002, ha conseguido proteger a un tercio de todos los niños que nacen en China".

Según una estimación basada en un estudio epidemiológico a escala nacional realizado en 1992, en China hay 120 millones de personas infectadas de forma crónica por el virus de la hepatitis B (hepB). Los individuos infectados pueden desarrollar cáncer de hígado o fallo hepático, y pueden contagiar a otros. En las provincias del oeste del país, la campaña, que cuenta con apoyo técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, ha protegido con una dosis al nacer casi al 70% de los nacidos en 2005, frente al 47% en 2002. Vacunar a los recién nacidos es el objetivo clave del programa, ya que la única forma de proteger al niño de que su madre infectada le transmita el virus es vacunándolo antes de que transcurran 24 horas desde su nacimiento.

Desde su creación, la campaña ha evitado 200.000 posibles muertes causadas por los efectos crónicos de la hepatitis B, sobre todo cáncer de hígado y cirrosis. La muerte del individuo infectado no tiene lugar hasta décadas después de que haya sido expuesto al virus durante el nacimiento o en los primeros años de vida.

Esta mejora es el resultado de un proyecto de cinco años y 76 millones de dólares financiado a partes iguales por el Gobierno de China y la Alianza GAVI (antes conocida como la Alianza Mundial para Vacunas y Inmunización). Conocido como el Proyecto de Vacunación contra la Hepatitis B del Ministerio de Salud de China/GAVI , esta campaña apoyada por GAVI tiene como objetivo proteger a recién nacidos y a niños menores de cinco años en una zona que cuenta con 470 millones de habitantes y seis millones de nacimientos al año. El programa ha inmunizado a los bebés nacidos en los hospitales, pero también a niños nacidos en casas en aldeas de montaña o en las tiendas de los pastores nómadas de las estepas.

"Ha llevado 20 años alcanzar este logro", dijo el secretario ejecutivo de la Alianza GAVI, Julian Lob-Levyt. "Ése es el tiempo que se ha necesitado para que los niños del mundo desarrollado tengan acceso a la vacuna contra este virus. Hasta hace poco, los avances en este respecto en países en vías de desarrollo y en zonas pobres y aisladas, como China occidental, han sido terriblemente lentos. El éxito de China es un espejo en el que mirarse para otros países que aún están luchando contra la hepatitis B y otras enfermedades vacunables".

Según cifras preliminares, los gobiernos de las provincias chinas también han puesto de su parte, contribuyendo con más de 10 millones de dólares al sistema de co-pagos conjunto con GAVI y el Gobierno central chino. Julian Lob-Levyt también señaló que el apoyo de la OMS y de UNICEF ha sido vital.

"La ayuda de GAVI nos ha permitido vacunar a 90 millones de niños contra la hepatitis B y evitar así 1,4 millones de posibles muertes causadas por esta enfermedad en todo el mundo".

La OMS y UNICEF forman parte del grupo de socios de GAVI y de protagonistas esenciales del mundo de la vacunación1 que apoyan los esfuerzos del Programa de Inmunización Nacional de China para acudir a todos los niños con vacunas y con otras tecnologías médicas que pueden salvar vidas. Este programa también tiene como objetivos la erradicación de la poliomielitis, el control del sarampión y la introducción de nuevas vacunas. La OMS y UNICEF han apoyado la creación y puesta en práctica del proyecto China/GAVI, a través del Comité nacional de Coordinación Interagencias (ICC) y del Grupo de Apoyo de Operaciones del proyecto.

Los esfuerzos de GAVI son de vital importancia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio referidos a salud infantil, que exigen reducir la mortalidad infantil en dos tercios para el año 2015. De los más de 10 millones de niños que mueren antes de cumplir cinco años, 2,5 millones mueren a causa de enfermedades que podrían haberse evitado con vacunas de uso común o de nueva generación. Desde 2000, los esfuerzos catalizadores de GAVI han conseguido que 90 millones de los niños más pobres del mundo hayan sido vacunados contra la hepatitis B.

Nuevas leyes, vacunas autóctonas y socios comprometidos

Los avances en China han sido consecuencia de un compromiso a nivel nacional para intentar controlar esta enfermedad, de fuertes acuerdos de asociación, de nuevas leyes nacionales, y de una industria autóctona que produce vacunas para suministrar la enorme cantidad de ellas que se necesita.

El Gobierno de China y la Alianza GAVI se embarcaron en este proyecto de cinco años en 2002, con el objetivo de que la dosis al nacer de la vacuna llegara al 75% de los recién nacidos y de que la serie de tres dosis necesaria para evitar la transmisión de la hepatitis B llegara al 85% de todos los niños menores de 12 meses. El apoyo económico de GAVI ha servido para comprar y distribuir 55,39 millones de dosis de la vacuna contra la hepatitis B y 145,6 millones de jeringuillas seguras auto-desechables (AD). Este apoyo económico también sirvió para promover la acción de las autoridades chinas y asegurar un compromiso duradero en favor de la vacunación contra la hepatitis B en el país.

En 2002, el Gobierno chino añadió la vacuna contra la hepatitis B al programa de vacunación infantil (las conocidas como vacunas EPI, siglas en ingles de Programa Extendido de Inmunización), y la vacuna se convirtió en la primera en ser añadida a la lista de vacunas infantiles en China en 15 años. En marzo de 2005, el gobierno promovió nueva legislación que obligaba a proveer las vacunas EPI a coste cero para los padres. El Ministerio de Sanidad le dio a la hepatitis B la consideración de enfermedad de alta prioridad para su control a nivel nacional, y desarrolló un plan nacional de control de la hepatitis B para los años 2006-2010. El objetivo de este plan es reducir el número de niños menores de cinco años que presentan el antígeno de superficie de la hepatitis B hasta una proporción inferior al 1%.

La industria productora de vacunas en China, que viene fabricando vacunas contra la hepatitis B desde los años 80 y tiene un vacuna patentada desde 1990, también estaba dispuesta a poner de su parte. El proyecto, apoyado por GAVI, usó esta vacuna, adquirida a través de un proceso de subasta pública con la presencia de observadores internacionales.

Alcanzar los recién nacidos con inyecciones seguras, nazcan donde nazcan

El éxito ha sido acentuado por la Iniciativa de Maternidad Segura de China, que anima las mujeres a dar a luz en hospitales. Además, un esfuerzo de cooperación sin precedentes entre el personal de vacunación a pie de campo y el personal de maternidad y cuidados infantiles en los hospitales ha promovido la idea de que "quien asista en el parto debe proporcionar la vacunación".

Como resultado de esta iniciativa, el 70% de las mujeres del área objetivo del programa da a luz en un hospital, y el 90% de estos recién nacidos recibe a tiempo la dosis al nacer de la vacuna, en las 24 horas siguientes al parto.

El mayor obstáculo sigue siendo alcanzar los bebés que nacen en casa en las zonas rurales más aisladas. Entre los esfuerzos que se han realizado para aumentar el porcentaje de vacunaciones se incluye una mejora de la coordinación entre doctores rurales, personal de vacunación, parturientas, y madres, así como entregas regulares de vacunas a zonas aisladas.

Además, un componente clave del programa ha sido asegurar la realización de inyecciones seguras a través del uso de jeringuillas auto-desechables (AD). Estas jeringuillas han sido diseñadas de forma que no pueden ser reutilizadas, eliminando el riesgo de contagio de múltiples enfermedades a través de inyecciones con jeringuillas sucias o infectadas. Gracias al éxito del proyecto, todas las vacunas infantiles en las regiones-objetivo del programa se realizan mediante inyecciones con jeringuillas AD.

Obstáculos por superar

Alrededor de tres cuartos de los 1.301 municipios-objetivo han alcanzado la meta de que el 85% de los niños reciba la serie completa de vacunas contra la hepatitis B, y la mitad de estos municipios proporciona la dosis al nacer. Aun así, más de un millón de niños nacidos en municipios participantes del proyecto GAVI cada año no reciben una dosis a tiempo.

En los años finales del proyecto, éste se concentrará en alcanzar estos objetivos en todos los municipios, llegando a más niños nacidos en casa y realizando una campaña de "recuperación" para acudir a niños todavía sin vacunar. El proyecto también intentará mejorar la seguridad en las inyecciones mediante el uso de jeringuillas AD, y promoverá el uso de estas jeringuillas en todos los programas de vacunación de China.

"Al final, nuestro éxito a largo plazo depende de conseguir que no surjan nuevos obstáculos económicos que prevengan la vacunación contra la hepatitis B en el futuro", dice Julian Lob-Levyt. "Éste es uno de nuestros grandes desafíos, y la solución no yace sólo en China, sino también en una comunidad global movilizada para asegurar el acceso a la financiación para vacunas para todos los países en vías de desarrollo".

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La Alianza GAVI  

GAVI es una alianza de los principales actores en el desarrollo y provisión de vacunas. Cuenta entre sus miembros a los gobiernos de países en vías de desarrollo y los de países donantes, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, el Banco Mundial, los productores de vacunas en países desarrollados y en países en vías de desarrollo, varias ONGs, y la Fundación Bill y Melinda Gates. Se calcula que, sólo hasta finales de 2005, la ayuda de GAVI ha evitado más de 1,7 millones de muertes prematuras.

El trabajo de GAVI es de vital importancia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio concernientes a la sanidad infantil, que abogan por reducir en dos tercios la tasa de mortalidad infantil antes del año 2015. De los más de 10 millones de niños que mueren antes de cumplir cinco años, 2,5 millones mueren a causa de enfermedades que podrían haberse evitado con vacunas de uso común o de nueva generación.

 

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